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Fuente: Unicef.org

ESTUDIO: PRIMERA INFANCIA ESTADO ACTUAL Y PERSPECTIVAS

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El desarrollo integral de la primera infancia salvadoreña es ineludible . Requiere un esfuerzo nacional coordinado que se apoye en herramientas legales, políticas públicas y en el ejercicio pleno de los derechos de la niñez . El país presenta progresos notables en la última década, pero insuficientes desde un enfoque de derechos . El impacto se ha visto menguado por eventos emergentes que suman complejidad a la realidad cotidiana como, la crisis internacional, el impacto del cambio climático, la violencia y la migración . Las niñas y los niños de cero a seis años tienen serios problemas para acceder a la atención y educación . Dificultades sustentadas en: la descoordinación y fragmentación institucional del sistema de protección para la niñez; la ausencia de medidas que impacten la exclusión y las desigualdades en el goce de los derechos; la vigencia de esquemas culturales y familiares que atentan contra el desarrollo integral; la tolerancia social ante las violaciones a los derechos de la niñez; los vacíos normativos y la escasa aplicación de las leyes; y, por último, el desconocimiento de la importancia que tienen los primeros seis años de vida en el desarrollo . Se demanda un giro estratégico, donde el Estado y los diferentes sectores sociales coordinen esfuerzos capaces de modificar positivamente el panorama nacional para la primera infancia, en el cual la familia y la niñez tengan un papel protagónico .

La realidad cotidiana de la primera infancia salvadoreña no refleja muchos avances en los procesos de Desarrollo Integral Temprano como lo reporta el contenido de los informes locales presentados por los diferentes ministerios públicos relacionados con educación, protección y salud . No se intenta socavar lo alcanzado en la última década pero, las iniciativas de Atención y Educación para la Primera Infancia (AEPI), no han logrado trascender el discurso . Han sido insuficientes para asegurar el desarrollo integral de la niñez de cero a seis años .

La cobertura educativa para parvularia en el sector formal, pasó de 39 .7% en el año 2000 a 54 .7% en 2010 . La tasa estimada de mortalidad infantil disminuyó cerca del 70% en los últimos 20 años . Entre 2003 y 2008, el 84% de los partos recibió atención intrahospitalaria y el 94% de las embarazadas al menos un control prenatal . En los últimos cinco años al 96% de las y los nacidos vivos se le dio pecho materno en alguna oportunidad (FESAL 2008) . Por otra parte, para el 2008 el 94% de los hijos de madres VIH (+) nacieron VIH (-), esto según el reporte UNGASS El Salvador 2010, lo que indica avances en la prevención de la transmisión materno infantil

Han surgido instituciones y herramientas legales que buscan proteger y potenciar el desarrollo infantil . Son avances que se relacionan con el reconocimiento de la dimensión social de la infancia y sus derechos . Las oportunidades de AEPI aún son limitadas . Las iniciativas implementadas por el Estado y por otras instituciones todavía no cubren las demandas de la infancia . En educación solo el 54 .7% del segmento de cuatro a seis años tiene cobertura: 80 .97% en el sector público y 19 .03% en el privado . Según Censo de población 2007 existen más de 190 mil infantes sin cobertura educativa en este nivel . El gobierno concede menor prioridad presupuestaria a la enseñanza preescolar . La inversión promedio por alumno pasó de 153 dólares en 1996 a 274 .38 dólares en 2010, siendo la más baja del sistema . Esto responde a las limitantes de inversión educativa nacional que representa el 18 .3% del gasto público total y el 3 .1% del PIB.

La educación inicial (0-3 años) tiene un déficit en el registro estadístico, control y supervisión . Para las y los 433 mil 576 niñas y niños, la cobertura en atención directa de las instituciones alcanzaba antes de 2010 el 2%, esto es unos 13 mil infantes; sin contar la educación a través de la familia, por carecerse de datos . La responsabilidad de este grupo etario de población ha pasado a ser parte del MINED, por lo que en el 2010 disminuyó el número de niños y niñas atendidas .

En el ramo de salud, uno de cada cinco menores de cinco años exhibe baja talla para la edad cumplida y la prevalencia de la anemia aumentó tres puntos porcentuales durante el último quinquenio . Entre infantes de 12 a 59 meses pasó de 19 .8% a 23 .4%, de 2003 a 2008 . Según la zona, subió del 15 .8% al 21% en los espacios urbanos y del 23 .1% al 26% en los rurales . “Al menos uno (a) de cada cinco niños (as) del área urbana y uno (a) de cada cuatro de la zona rural presenta algún grado de anemia . El grupo de edad más afectado es el que tiene entre 12 y 17 meses, donde la tasa alcanza un 42% de las niñas y los niños” (FESAL, 2008).

En 2011 las cifras del PMA indicaron que el 20% de niños y niñas menores de 5 años padecen de desnutrición y en varios municipios de Morazán, Ahuachapán, Rosario de Mora y San José Villanueva, el porcentaje oscila entre el 40 y 49%, cifras alarmantes y revelan las falencias del sistema . Se destaca también que la niñez integra una población indefensa ante las agresiones ejercidas, sobre todo, por adultos . “Por ser infantes son más vulnerables, física y psíquicamente ante la violencia . Son víctimas más desprotegi- das expuestas a sufrir abusos y actos de violencia de todo tipo, dentro de su casa, de su comunidad, o de su país; violencia que en ocasiones se intenta justificar por motivos culturales, étnicos, religiosos, principios morales o de educación” (Save the Children, 2008).

Para efectos de este informe se estudió la violencia intrafamiliar, de género y escolar . Entre los datos encontrados están que para el 2010 ISDEMU reportó 6,320 casos de violencia contra las mujeres, mientras que para el 2011 la PGR recibió 2,984 denuncias por violencia intrafamiliar . De estos, 337 casos son de mujeres con estado civil de casada, es decir, que los golpes y los gritos han ocurrido en el seno del hogar, donde también conviven con sus hijos e hijas, quienes son afectados directamente en su salud física, mental y en su desarrollo integral .

En relación al maltrato en contra de la niñez 72 infantes, entre cero y cinco años, su- frieron agresiones sexuales: el 66 .7% niñas y el 33 .3% niños . En la gran mayoría de los casos (90 .21%), los agresores tenían parentesco por consanguinidad con la víctima . “Según las evaluaciones del Instituto Salvadoreño de Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) y de la Fiscalía General de la República (FGR) el silencio es uno de los principales aliados de la violencia intrafamiliar” (LPG, septiembre 2011) . Los obstáculos para el desarrollo integral de la primera infancia son resultado de un conjunto de realidades y características socioculturales, económicas y distributivas, que tienen influencia en el sistema de protección a la infancia . Los esfuerzos impulsados no han generado oportunidades inclusivas y de cobertura universal . Tampoco han modificado las relaciones adulto-niño, ni impactaron la amenaza de muerte, desnutrición, maltrato físico, agresión sexual, abandono, trabajo infantil, negligencia y escasa estimulación temprana, especialmente en los grupos vulnerables y pobres .

La EHPM 2010 dio cuenta de que un 36% de los niños y niñas menores de 18 años vi- ven en condiciones de pobreza, y un 11% en extrema pobreza . En un contexto nacional donde la pobreza total alcanza el 37%, la rural 43% y la indigencia 11 .2% . El panorama social se agrava con la degradación ambiental, los altos niveles de desempleo, subempleo y empleo mal remunerado . En consecuencia, hubo 177 mil 70 menores de edad que generaron ingresos para sus hogares en el 2010, son 11 mil 814 menos que el 2009, sin embargo, siguen siendo 4 mil más que el 2007 . Por lo anterior se concluye que: La descoordinación y fragmentación del sistema de protección para la niñez es un obstáculo para la AEPI . A pesar de los esfuerzos institucionales y de que reciente- mente se definió un ente rector, el cual debe ser capaz de agrupar y universalizar los servicios de salud, educación, protección y otros; además de otorgar a la familia y a la comunidad un rol principal . En ese sentido, es urgente dinamizar la aplicación integral de la LEPINA y sus órganos constitutivos . Es importante articular una institución rectora, con amplias funciones y recursos, que supervise los esfuerzos dirigidos a la niñez . Para clarificar el tema presupuestario a favor de la primera infancia se recomienda iniciar un cambio constitucional, donde el financiamiento para educación sea de al menos el 6% del PIB como en otros países y se instituya un pacto fiscal que garantice la orientación de recursos específicos para la primera infancia . Existen esquemas culturales y familiares que atentan contra el desarrollo integral de la infancia: la violencia legitimada como prácticas de crianza, el escaso protagonismo masculino en el cuido infantil, la invisibilización de la infancia indígena, el desconocimiento de la importancia que tienen los primeros seis años y la aceptación de la mercantilización de los derechos como algo natural . Es así, como se fomenta una tolerancia ante las constantes violaciones de los derechos de los niños y niñas, que se ve reflejada en la escasa aplicación de las leyes vigentes y en los numerosos vacíos de los marcos normativos .

Es necesario articular un marco conceptual y filosófico de orden estratégico, que asuma a la primera infancia desde la perspectiva del derecho e integralidad . Clarificar el discurso para que sea acorde a la realidad y traducible en la práctica de la AEPI . El marco deberá convertirse en una visión de Estado, políticamente concertada, que asegure su sostenibilidad, a través de la participación social y de un cambio cultural que propicie el empoderamiento de las familias, comunidades, organizaciones civiles y de la misma niñez . Es claro, entonces, que exige a los gobiernos locales liderar los programas y proyectos para la primera infancia, con el fin de descentralizar los procesos . Se recomienda crear un sistema de mejora continua de la atención integral que parta de una base de información estadística confiable; fomentar la investigación de temáticas que aborden el desarrollo de la niñez, documentando sus avances, retrocesos y oportunidades; crear un control con evaluaciones periódicas para el bienestar de la infancia .

En ese orden es prioritario universalizar las prestaciones de salud y educación para la primera infancia, así como hacer efectiva la reforma a la Ley General de Educación que hace énfasis desde la concepción hasta los seis años . Para conseguirlo se deberán fortalecer los programas de parvulario establecidos, aumentar la diversidad de modalidades flexibles, la infraestructura y los convenios de cooperación con la sociedad civil; incrementar el presupuesto y hacer una estandarización curricular a nivel nacional . Además, buscar asocios y compromisos con la empresa privada . Para el nivel inicial se aconseja elaborar un programa de familia, basado en la atención comunitaria y de la sociedad civil . Las sugerencias tienen como requisito la creación de políticas públicas encaminadas a la protección y potenciación de mejoras para la familia, que tengan impacto directo en la vida de la niñez Políticas que permitan conciliar el trabajo y familia, los espacios públicos y privados, lo doméstico y lo social, que no reproduzcan la discriminación laboral ni las desigualdades de género . Promover una campaña y un programa símbolo que estimule un cambio cultural que integre las instituciones, que sensibilice sobre los derechos de la niñez y sobre las sanciones correspondientes .

PRESENTACIÓN

La AEPI en El Salvador revela la necesidad de replantear conceptos, prácticas, normas legales y decisiones políticas a nivel nacional . Por esa razón UNICEF, Save the Children, Plan y FIECA presentan la publicación Primera Infancia en El Salvador: estado actual y perspectivas. Se trata de la sistematización y análisis de información, con el objetivo de establecer lineamientos que contribuyan al desarrollo de la política de atención y desarrollo integral de la primera infancia . Asimismo, estimular el impulso integral de la LEPINA .

Es importante colocar el tema de la niñez en el debate público permanente; sobre todo lo concerniente a los primeros seis años que, pese a ser una etapa crucial, aún no se ha reconocido en el país como una herramienta en el desarrollo social sostenible .

El documento recoge información relacionada con nueve ejes de investigación: protección, equidad económica, de género, geográfica, étnica y por discapacidad, salud, educación, familia, recreación, participación, condiciones ambientales y violencia . Además, incluye un capítulo a los avances en la implementación de LEPINA y las nuevas normativas sobre primera infancia . Los datos fueron identificados en investigaciones recientes, de instituciones locales y extranjeras, y se contó con entrevistas a especialistas y otros actores vinculados con la temática .

El punto de vista global está dado por los lineamientos del enfoque de los derechos humanos universales, por la Convención sobre los Derechos del Niño y del enfoque del Desarrollo Infantil Integral Temprano . De esta manera, el documento intenta responder a las interrogantes: ¿Qué ha pasado con la primera infancia en El Salvador, en los últimos años?, y ¿hacia dónde deben guiarse los esfuerzos para incidir positivamente en los problemas, necesidades y expectativas de la niñez salvadoreña?, lo que el documento demuestra es que, pese a los avances obtenidos en los últimos años, la niñez salvadoreña enfrenta serias dificultades en su desarrollo . Aún así, se identifican puntos de incidencia que de ser aprovechados pueden matizar positivamente el panorama nacional . Cambios que demandan la participación del Estado, de los sectores sociales, empresa privada y donde las acciones sitúen a la niñez como protagonista y a la familia como grupo principal de influencia .

Los primeros seis años de vida son un espacio privilegiado en el desarrollo infantil, ya que constituyen un periodo en el que suceden cambios físicos, mentales y de adaptación social . Como introducción al proceso de vida y primer contacto con el mundo, esta etapa demanda mucha cooperación de parte de los adultos, quienes deben proveer al infante estímulos programados y cuidados relacionados con la supervivencia, protección y desarrollo . Se ha comprobado que una persona que crece en un ambiente marcado por interacciones afectivas, provisto de una nutrición adecuada, en un ambiente sano y de confianza tiene mayores probabilidades de ser, en el futuro, feliz y productivo . No sucede lo mismo con quien crece en un lugar con características opuestas . Esta disparidad podría provocar que el infante no explote sus potencialidades e incluso que se convierta en una carga para su familia y el Estado .

El presente trabajo es una investigación que sistematiza y analiza la información disponible en el tema de la primera infancia, entre cero y seis años, desde el enfoque del “Desarrollo Integral Temprano” . Concepto que, a nivel de país, institucionalmente, se ha conocido como “Educación Inicial” . Se utilizan ambas categorías desde un sentido crítico . Lo que se intenta es reconstruir el panorama nacional en que se desenvuelven las niñas y los niños; su complejidad, la fragmentación de las estructuras sociales asocia- das, así como los posibles puntos de incidencia, buscando establecer lineamientos para la elaboración de una política de atención y desarrollo integral acorde a las necesidades, problemas y expectativas de la infancia salvadoreña .

El documento está dividido en cinco grandes capítulos . “Perspectiva general, contexto y desafío nacional” es la parte introductoria, en la que se abordan los aspectos genera- les del país . Luego, el capítulo “Relevancia de los primeros seis años en el desarrollo” contiene la justificación y explicación del porqué se debe comprender y potenciar el desarrollo integral desde el momento de la concepción, y no de manera simultánea con el inicio del proceso de educación formal.

El capítulo tres, “Situación de la niñez salvadoreña (ejes temáticos)”, puede ser considerado el corazón del texto, ya que contiene los principales resultados de la información recopilada para cada uno de los 12 ejes: protección, equidad –económica, de género, geográfica, étnica y por discapacidad–, salud, educación, familia, recreación, participación, condiciones ambientales y violencia . Cada una de estas temáticas está dividida en diferentes subtítulos donde se sistematizan los documentos encontrados . A la vez, un análisis detallado de los procesos que se abordan . En cada apartado se han incluido, gráficos, cuadros, testimonios e imágenes que facilitan la comprensión de la información .

En el capítulo cuatro, se hace un análisis sobre LEPINA, su contenido, avances desafíos y algunas recomendaciones de cara a la implementación de esta ley que aún está en proceso de consolidarse . En el capítulo cinco se abordan “Algunas experiencias interna- cionales”, se recoge un conjunto de prácticas exitosas y cambios implementados a favor de la niñez en distintos países latinoamericanos, entre ellos:: México, Costa Rica, Chile, Colombia, Venezuela, Brasil, Perú y Cuba . Se quiere mostrar los avances alcanzados y que pueden ser aplicados en el contexto salvadoreño . Se aclara que no es una sistematización rigurosa por país, sino un acercamiento, para tener referencia sobre prácticas exitosas de la región . El último capítulo, “Conclusiones y recomendaciones”, informa sobre los avances y necesidades del segmento estudiado y explica, de manera precisa, qué cambios se consideran pertinentes para potenciar los progresos de la primera infancia y cuáles acciones estratégicas permitirían desarticular las estructuras institucionales y culturales que han impedido el crecimiento integral de la niñez .

Para lograr culminar con esta investigación, se desarrolló un estudio documental y una investigación de campo . En el primero se recopilaron informes, artículos, noticias, investigaciones y documentos legales –convenios, decretos, reformas legales y propuestas de ley–; todo lo relacionado con la situación de la niñez local y las experiencias de atención y desarrollo integral para infantes de cero a seis años . También se ahondó en las experiencias exitosas de países latinoamericanos . Algunos documentos fueron solicita- dos a las instituciones de manera directa, mientras que otros fueron extraídos de sus sitios web, como sucedió con la mayoría de las organizaciones extranjeras .

En la investigación de campo se formaron grupos focales con diferentes interesados en el tema, entrevistas a profundidad con especialistas y protagonistas de los procesos de atención y desarrollo de la niñez; visitas de campo a los escenarios donde se desenvuelven los niños y las niñas . Para las visitas fueron diseñadas guías de observación, con el propósito de extraer datos pertinentes . En el cuadro se hace una descripción del modelo metodológico utilizado.

En síntesis, “Primera Infancia en El Salvador: estado actual y perspectivas” es un documento elaborado a escala nacional, que penetra en los aspectos estructurales y cotidianos que conforman las experiencias de vida del común de las niñas y los niños salvadoreños en su primera infancia . Su punto de partida está en el enfoque de los derechos universales, inherentes e ineludibles que cada menor tiene como sujeto de derechos y titular de los mismos . El énfasis del estudio recae en quienes pertenecen a los sectores más desprotegidos de la sociedad y con menos oportunidades . Puede afirmarse que la trascendencia de la investigación radica en que promete generar un debate en los sectores sociales y ser el inicio de cambios, acciones capaces de propiciar el desarrollo integral de la niñez salvadoreña y, a largo plazo, de la sociedad en general .

CAPÍTULO I

Perspectiva general, contexto y desafío nacional

“Primera Infancia en El Salvador: Estado actual y perspectivas” “La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”. Jean Jacques Rousseau.

Resumen: La niñez salvadoreña está inserta en una dinámica económica y sociocultural compleja producto de diversos fenómenos y que tienen un impacto más allá del momento en que suceden; se destacan: el conflicto armado, los procesos de transición, la vulnerabilidad natural (dos terremotos en 2001 y varias tormentas tropicales, incluyendo la E12 que afecto al país en mayor escala que las anteriores), aumento de la delincuencia, además de la institucionalidad fragmentada y las variaciones del sistema financiero .

Documentos que emanan del Estado y sus dependencias afirman que El Salvador pro- tege a su niñez y vela por su desarrollo pleno, desde una visión de integralidad . En efecto, escritas están páginas cuyos postulados aseguran responder a las necesidades de la infancia . La Constitución de la República, los informes que vinculan al país con la Convención sobre los Derechos del Niño, otros tratados globales, al igual que los marcos legales nacionales están inspirados en una lógica proteccionista . Sin embargo, la cotidianeidad está lejos de esas premisas porque, si bien se observan avances en la atención y el desarrollo infantil, la división de la política y la institucionalidad poco coordinada generan un contraste brusco entre discurso y realidad .

El Salvador con 21 mil 40 kilómetros cuadrados y 5 millones 744 mil 113 habitantes tiene 813 mil 242 niños y niñas de cero a seis años, que representan un 14% de la población . Con estas cifras se han intensificado los compromisos orientados a la atención y el de- sarrollo de la niñez, en un contexto nacional e internacional adverso . En la última década, el país ha registrado un leve crecimiento económico y una disminución en los niveles de pobreza . Un factor importante en ese progreso fue la fuerte influencia de las remesas familiares, procedentes principalmente de los Estados Unidos y que representan el 17 .1% del PIB . Conviene mencionar que la tasa de crecimiento del PIB pasó del 2 .2% en 2000 al 4 .7% en 2007, bajó a -3 .1% en 2008 y para el 2011 alcanzó un 1 .4% . Así mismo, la tasa de crecimiento del PIB per cápita varió de un 0 .2% en 2000 a un 1 .3% en 2010; un cambio insuficiente para impactar a la pobreza y la exclusión social . Por otra parte, según el BCR, la inflación al mes de Junio de 2011 era de 0 .10% . Por su parte, la inflación acumulada en lo que va del año es del 5 .1%, y la interanual del 6 .27% . Esto conlleva un aumento en los precios . Perspectiva general, contexto y desafío

La pobreza en los hogares salvadoreños se redujo en cuatro puntos porcentuales en un período de siete años.De un 38.8% en 2000 a un 37% en 2010. La pobreza rural es bastante elevada ya que representa el 44%, mientras la extrema pobreza llegó a 11%. De acuerdo a la EHPM 2010 el desempleo nacional es de 7.1%, lo que equivale a 181mil 806 personas y el subempleo urbano de 28.9%. Según la misma fuente un 36% de los niños y niñas menores de 18 años viven en condiciones de pobreza, y un 11% en extrema pobreza.

El escenario social se agrava con la degradación ambiental, los altos niveles de desempleo, subempleo y empleo mal remunerado; en consecuencia, hubo 177 mil 070 menores de edad que generaron ingresos para el hogar en el 2010, son 11 mil 814 menos que el 2009, sin embargo, siguen siendo 4 mil más que el 2007.

El crecimiento económico, las remesas, la inversión nacional y externa han decrecido aceleradamente y han impactado de manera importante. La CEPAL estima que por la desaceleración mundial, El Salvador crecerá un 1%. Por su lado, los datos del BCR pronosticaron que, en el 2009, la tasa de crecimiento estaría por debajo de ese porcentaje. Los factores incidentes son la recesión mundial y la débil economía nacional. Esto implica una reducción del empleo, restricción crediticia y mayor pobreza. En 2008, la pobreza tuvo una regresión de dos años, incluso sin el impacto de la crisis mundial. “La crisis financiera en 2008 implicó la congelación del mercado de crédito, el derrumbe de los índices accionarios de las bolsas de valores y un proceso continuo de entidades con problemas de solvencia que afectaron al sistema financiero internacional. Esto provocó la reacción coordinada de bancos centrales tratando de inyectar liquidez a los mercados y otras series de medidas de emergencia tomadas para contener la crisis. De esta forma, las proyecciones de crecimiento mundiales se estiman en 0.9% para 2009 y 3.0% en 2010. Destacan los pronósticos de retrocesos de los principales ejes económicos mundiales” (BCR, 2008).

De aquí que El Salvador posee un alto nivel de desigualdad en la distribución del ingreso. Su índice de Gini se acerca a 0.5. En parte, se debe al lento impacto del crecimiento económico en los índices de pobreza y marginalidad social. El coeficiente de Gini pasó de un 0.49 en 2000 a un 0.46 en 2010. El gasto público global pasó de 16.3% en 2005 a 13.1%. Sin embargo, la inversión en educación ha representado en promedio el 2.8% del PIB y 18.3% del gasto público total; en salud se invierte el 1.5% del PIB y el 9.8% del gasto público total. Esta tendencia mejora levente la inversión en educación que para el 2010 representó el 3.1 del PIB.

No resulta extraño que en entrevistas a salvadoreños y salvadoreñas estos expresaran altos niveles de estrés, frustraciones e incertidumbre por tener que solventar sus necesidades básicas en un contexto complejo, que empeora con los índices de violencia y la progresiva degradación ambiental. En conjunto, este capítulo expone la relación que existe entre las realidades macroeconómicas y sociales de cara a los potenciadores del desarrollo infantil, en los distintos niveles, tales como: la disposición de recursos para la puesta en marcha de iniciativas dirigidas a la primera infancia.

Datos importantes

  • Extensión territorial:
  • 21,040.79 km2.
  • División territorial: 14 departamentos, 262 municipios y 1, 430, 525 hogares; cerca de cuatro personas por hogar.
  • Total de habitantes: 5, 744, 113.

CAPÍTULO II

Enfoque del desarrollo integral de la niñez. Primera infancia, investigación y desarrollo

Resumen: Según los estudios de neurociencia, los periodos críticos del desarrollo cerebral se ubican en los primeros años: “El cableado de la visión ocurre desde las dos se- manas de vida. El referido al lenguaje desde antes del nacimiento y hasta los seis años, aunque su mayor volumen ocurre en los primeros tres. Los sentimientos y su expresión inician pocas semanas después del nacimiento y se enriquecen fuertemente en los primeros cuatro años; al igual que el cableado del movimiento”. (María Victoria Peralta, en Taller Formativo sobre primera infancia, Antigua Guatemala, 2009).

Y es que cuando se habla de niñez y de experiencias de desarrollo integral se debe partir de conocimientos básicos. Uno de los más relevantes es la relación que hay entre los primeros años de vida y la formación de ciudadanos capaces y productivos. Dicha premisa es el resultado de años de investigación, estudios, experimentos y análisis de científicos procedentes de diferentes partes del mundo. Los primeros seis años de vida. El ser humano se caracteriza por crecer en varias etapas, desde su concepción hasta la vida adulta. Aun cuando un infante nace en las mejores condiciones de salud y desarrollo, no está listo para integrarse a la complejidad del escenario social. Al principio de la vida, durante los primeros nueve meses, el embrión depende del cuerpo de la madre para sobrevivir y estar protegido de todas las amenazas. Fuera del vientre, el recién nacido requiere de mucha atención. En ese proceso, los primeros seis años son cruciales, más que ninguna otra etapa. En esta fase, el niño o la niña aprende a explorar sus capacidades físicas, sus sentidos, las maravillas del lenguaje y el intercambio de significados o elementos culturales. Es cuando adquiere los conocimientos, habilidades y destrezas para enfrentar las siguientes etapas de la vida. T. Barry Brazelton, profesor de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, explica: “Las experiencias del niño en sus primeros meses y años de vida determinan si ingresará a la escuela con deseos de aprender o no”. Él asegura que cuan- do las niñas y los niños inician su actividad escolar ya van predispuestos para el éxito o fracaso, según la abundancia o carencia de estimulación que hayan recibido en sus primeros años. Por esa razón es importante la creación de programas, iniciativas y normas legales a favor de los niños y las niñas, menores de seis años.

La Dra. Mary Eming Young afirma en su libro Desarrollo del niño en la primera infancia: una inversión en el futuro, que “la intervención, inclusive en el jardín de infancia puede ser demasiado tarde para ayudar a desarrollar las capacidades del niño pequeño”. La doctora Young va más allá y sostiene que los programas integrados de desarrollo infantil pueden mejorar el desempeño escolar primario y secundario de los infantes, “aumentar sus perspectivas de productividad e ingresos futuros, así como reducir la probabilidad de que se conviertan en una carga social, de salud pública y presupuestaria”.

“Desde una perspectiva holística, el crecimiento abarca todo lo relacionado con la satis- facción plena de las necesidades biológicas, emocionales, sociales, culturales y morales”.

Dra. Mary Eming Young es especialista en desarrollo infantil del Banco Mundial. Libro Desarrollo del niño en la primera infancia: una inversión en el futuro.

Enfoque del desarrollo integral de la niñez

Hace referencia al conjunto de acciones coordinadas capaces de llenar las necesidades esenciales para preservar la vida, como las que se relacionan con el desarrollo y aprendizaje, acorde a sus características e intereses permanentes y variables” (UNESCO, 2001). Según el enfoque, promovido por la UNESCO, la atención integral es lo que permite su desarrollo.

Pero intensificar el desarrollo tiene un requisito fundamental: el cumplimiento de los derechos humanos de las y los niños, estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño. El derecho a la supervivencia, a la formación, a la protección contra las influencias peligrosas, malos tratos y explotación, y la participación en la vida familiar, cultural y social. En los documentos de UNICEF, la Convención parte de cuatro principios funda- mentales: “La no discriminación; la dedicación al interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y el respeto a los puntos de vista del niño”. Con el fin de propiciar un entendimiento sobre el Desarrollo Integral Temprano, su punto de partida, sus procesos y protagonistas se presenta, al final del capítulo, un esquema que resume la información. El recuadro muestra que para llevar a la práctica el desenvolvimiento de los niños y las niñas, de cero a seis años, debe darse una interacción de factores y grupos de influencia tanto de la microestructura como de la microestructura, mediante un esfuerzo coordinado y moderado por normas legales, políticas públicas y estrategias. Se trata de vincular en responsabilidades e influencia a los padres, madres y otras personas que se ocupan de las y los pequeños, a los miembros de los sistemas asistenciales de salud, educación y protección y a los sectores políticos y culturales.

Por tanto, demanda un marco legal, político y presupuestario, conocido por los involucrados, acorde a las necesidades de la población infantil, que establezca coordinación entre los distintos niveles y que una esfuerzos hasta lograr que no haya ni un solo niño ni niña que se vea afectado por las debilidades del sistema. Es importante generar cambios culturales y en los esquemas de pensamiento que atentan contra el bienestar infantil, a través de la sensibilización, difusión de valores, sus derechos, el fomento del respeto y la sana convivencia.

1.Panorama histórico

Resumen: La situación de la niñez presenta marcadas diferencias a partir del tiempo en que se analice. Las oportunidades de crecimiento, los modelos de atención y las interpretaciones de la infancia no son un hecho natural sino el producto de intensos procesos históricos. Son el reflejo de la deconstrucción y reconstrucción de las estructuras de pensamiento que han generado cambios significativos en los estilos de vida. Sin embargo, hay que destacar que muchos elementos básicos incorporados al sistema de protección para la infancia, aún no han logrado trascender del discurso y solo son letra muerta que descansa en los documentos nacionales. Dicho esto, se demanda la implementación de esfuerzos que lleven a la práctica los postulados que, al ejecutarse, aporten progreso a la niñez salvadoreña.

Las alternativas de desarrollo, los modelos de atención y las interpretaciones de la infancia descubren marcadas variaciones a partir del tiempo que se tome como referencia para el análisis. En El Salvador, como en el resto del mundo, la imagen actual o interpretación popular de la niñez es un paradigma cultural bastante reciente.

A continuación se presentará un repaso de los eventos más relevantes del trayecto hacia la búsqueda de los derechos de las niñas y los niños.

En el siglo XIX inició el tema de la infancia. El concepto que se conoce tuvo su origen en esa época. Las interpretaciones que entonces surgieron pusieron fin a la confusión que había entre entender a la niñez como hecho biológico y natural para concebirla como un hecho social. Incluso, en los países que promovieron el debate, las innovaciones teóri- cas no produjeron variaciones en el reconocimiento de los derechos de las niñas y los niños; por lo que no resulta raro que, en el resto de países, las transformaciones hayan seguido un proceso más lento. En el caso de El Salvador la búsqueda de los derechos de la infancia aún no ha terminado, tal como se evidencia en el siguiente recorrido cronológico:

• 1821: Finalizada la Independencia, el país inició sus transformaciones políticas y socia- les hasta convertirse en un Estado soberano e independiente casi 20 años más tarde. Liderados por terratenientes que se ocuparon de poner las condiciones económicas y políticas a su favor y sentaron como base de la economía a la agricultura y la exportación. Era un país dominado por las minorías oligarcas.

En ese tiempo no había oportunidades de desarrollo integral para la niñez, debido a que la mayor parte de la población trabajaba en las fincas de los terratenientes, sin garantías sociales. El goce de los derechos económicos, sociales y culturales estaba lejos de plantearse como posibilidad incluso para los adultos. Las mujeres y los niños enfrentaban las mayores desventajas.

• 1860: El Código Civil que entró en vigencia incluía disposiciones sobre la protección infantil, declarando que la “existencia legal comienza al nacer”. En el artículo 73 se especificaba: “La ley protege la vida del que está por nacer. El Juez, en consecuencia, tomará, a petición de cualquiera persona o de oficio, todas las providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún modo peligra”. Sin embargo, en los artículos 34, 35, 36 y 37 del mismo documento, se consideran discriminativos por clasificar a la niñez en su calidad de hijas e hijos como: legítimos, ilegítimos, naturales, adulterinos e incestuosos. Esa manera de categorizarlos generaba discriminación para los niños y niñas.

• 1886: De acuerdo al Ministerio de Educación (MINED), los primeros reportes que corresponden al nivel parvulario datan de 1886. Aunque en sus comienzos funcionó fuera del sistema formal.

• 1902: Cuando se fundó el Hospital Rosales, la población contó con la primera área de servicio pediátrico, atendida por un tocólogo (obstetra actualmente) y un médico general. La atención del menor era confiada a las enfermeras y cuando ellas no podían lidiar con la situación se llamaba al doctor.

• 1904: En marzo se inauguró la primera sala cuna en el Barrio San Jacinto. Institución que luego estuvo a cargo de la Sociedad de Hijas de San Vicente de Paul y años después al ISPM, ahora al ISNA.

• Cerca de 1915: Se abrió la Sala de Niños del Hospital Rosales. El hecho se considera el inicio de la pediatría en El Salvador.

• 1917: Por iniciativa estatal se instituyó el Servicio Médico Escolar, cuyo objetivo era atender a escolares y maestros. Años más tarde se creó la Sociedad Benéfica Pública, que concentra su labor y programas hacia la infancia, de los cuales sobresale el llamado “La Gota de Leche”.

• 1923: Aunque sin mayor representación, la educación parvulario recibió más importancia. El documento Historia de la Educación Preescolar en El Salvador recopila que en ese año se aumento el número de centros educativos que atendían ese nivel.

• 1928: El Dr. Benjamín Bloom donó el primer hospital de niños en el país; que continúa siendo el único.

• 1940: Se habilitó la División de Higiene del Niño en la Dirección General de Salud. También la reforma educativa forjó las bases de la educación parvulario con la creación de los primeros programas.

• 1947: Se fundó la Sociedad de Pediatría de El Salvador.

• 1949: La década de los 40 terminó con la realización de múltiples campañas a favor de la niñez: Campañas de Higiene en las Escuelas, Plan Astoria, Campaña de Nutrición, Consulta Prenatal, Plan de Curación Maya, entre otras.

• 1950: Mediante el Decreto N°14 se modificó la Constitución de la República. En el artículo 180 se incluyeron especificaciones precisas para la infancia: “El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores y garantizará el derecho de éstos a la educación y a la asistencia”. Fue la primera vez que en la Constitución se abordaba el tema.

• 1951: Se abrió el Servicio de Cirugía Pediátrica, adscrito al Servicio de Pediatría del Hospital Rosales.

• 1953: En el Hospital de Maternidad se echó a andar el Servicio de Neonatología y el de Prematuros.

• 1955: El ISSS inauguró su Servicio de Neonatología. Además, en noviembre, entró en vigencia, mediante el Decreto legislativo N°1973, la Ley de Adopción de El Salvador; sin embargo, esta sólo contemplaba la adopción simple y no especificaba mecanismos de seguimiento, protección e integración familiar entre adoptado y adoptantes.

• Década de los 60: Se unieron los servicios pediátricos que habían estado dispersos en el Hospital Rosales y el Benjamín Bloom.

• 1962: Según el documento histórico de la Asociación de Pediatría de El Salvador, hasta este año a los doctores encargados de los menores se les conocía como “cuida niños”, pues no habían pediatras sólo médicos con interés por la infancia.

• 1980: Documentos de la Comisión de Derechos Humanos, Cruz Roja y otros organismos dan cuenta que durante el conflicto armado (1980-1992) la vida cotidiana de las niñas y los niños salvadoreños estuvo marcada por la violencia en distintos niveles: muerte, mutilación, hambre, orfandad, exilio, injusticia y desprotección, fue lo que las mayorías infantiles vivieron. Incluso, algunos padecieron antes del nacimiento. Las desapariciones infantiles se volvieron frecuentes. Esta realidad se mantuvo hasta el fin de la guerra.

• 1983: Entre las reformas constitucionales que entraron en vigencia se encontró que en los artículos 34, 35 y 36 se precisaron detalles sobre la protección y búsqueda del desarrollo integral para la niñez en materia de salud, educación, asistencia, seguridad, identidad e igualdad; independiente a la condición legal de sus

padres. En el artículo 56 se incorporó la educación parvularia, aunque sin un carácter obligatorio: “La educación parvularia, básica y especial será gratuita cuando la imparta el Estado”.

• 1990: El Salvador ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño. A partir de entonces se inició una revisión de la legislación interna en el tema de la infancia. Se aprobó la Ley General de Educación la cual, en el Título III capítulo I, artículo 12 estableció: “La educación Parvularia y Básica serán obligatorias para todos y juntamente con la educación especial serán gratuitas, cuando las imparta el Estado”.

• 1992: El 16 de enero se firmaron los Acuerdos de Paz, en Chapultepec, México. Según expertos en sociología y política, estos fueron la oportunidad de oro para cambiar de fondo las estructuras sociales que promueven la exclusión y la miseria, pero no se aprovechó. Después de la guerra, junto a la reactivación económica, las reformas sugeridas se desvanecieron, desplazadas por la introducción de las nuevas políticas neoliberales. También se creó la Ley de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.

• 1993: Se decretó la Ley del Instituto Salvadoreño de Protección al Menor.

• 1994: Con la entrada en vigencia del Código de Familia se derogaron las disposiciones contrarias a la Constitución de la República de 1983 y a la Convención sobre los Derechos del Niño contenidas en el Código Civil de 1860. Se derogó por este código la Ley de Adopción que entró en vigencia en el año1955 y se modificó el Código de Trabajo, vigente desde 1972, para favorecer a la infancia. Así, en el artículo 105 del Código de Trabajo, se estableció: “Se prohíbe el trabajo de los menores de dieciocho años en labores peligrosas o insalubres”.

• 1996: Se creó la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar. Además se incluyó, por primera vez en la Ley General de Educación, información referente a la educación inicial (ver artículo 16).

• 2001: En noviembre entró en vigencia la Política Nacional para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (PNDINA), que sustituyó a la Política Nacional de Atención al Menor.

• 2005: En marzo se hizo la presentación oficial del Plan Nacional 2021, en cuyas líneas estratégicas se incluyó la universalización de la educación parvulario con énfasis en los seis años, la creación del programa Juega Leyendo, que apoya a la educación inicial y parvulario, así como Redes Solidarias que buscan llevar educación a las comunidades más pobres.

• 2006: En julio se reformó la Ley del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (ISNA), aprobada en 1993.

• 2008: En octubre se presentó la propuesta Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia (LEPINA). También se reformó la Ley General de Educación, en los artículos 16 y 17, donde se aborda el tema de la educación inicial. Se define al MINED como ente rector y se reconoce la necesidad de la integralidad de la atención, en donde salud, protección y educación deben articularse para dar una respuesta integral.

• 2009: El 26 de marzo se aprobó la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Ado- lescencia (LEPINA), documento que en sus 259 artículos recoge lineamientos que buscan proteger a la niñez. Es de destacar que en el marco de la LEPINA se dejo por fuera el lanzamiento de la Política de Educación y Desarrollo de la primera infancia.

• 2010: En el marco de la implementación del Plan Social Vamos a la Escuela se instaura el Programa de Educación Inicial y Parvularia, el cual considera 7 estrategias y la creación de políticas a favor de la primera infancia. En el contexto de implementación de LEPINA se establece la creación de un Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia (CONNA) como ente rector de las políticas y de todo el sistema de protección infantil, y será el sustituto del Instituto Salvadoreño de Desarrollo Integral de la Niñez y Adolescencia (ISNA) como autoridad máxima en temas de los menores de edad. El CONNA está conformado por un Consejo Directivo, un Presidente del Consejo y un Director Ejecutivo. También se establece la creación de una RED de atención compartida, liderada por el ISNA e integra a Asociaciones de promoción y asistencia de la niñez y adolescencia, como de entidades privadas, públicas y mixtas.

2. Niñez y obstáculos para el desarrollo integral en El Salvador

Resumen: El Salvador presenta avances en el reconocimiento de los derechos de la niñez, pero el panorama local es desfavorable para el desarrollo integral. La información muestra que los obstáculos se deben a que los esfuerzos llevados a la práctica no han partido de un diagnóstico del estado real de la infancia.

En el país hay 398 mil 608 niñas y 414 mil 634 niños, de cero a seis años. El 14% de la población total (Censo, 2007) integra un grupo heterogéneo, por la diversidad de ambientes económicos, sociales, culturales y étnicos. Por ello, a la hora de abordar el tema, se deben tomar cuenta las diferencias en las condiciones de vida, las posibilidades de acceso a los recursos, servicios básicos y de desarrollo. Entre las variables se encuentran: el lugar de residencia (urbano/rural), la cantidad de ingreso familiar, el modo de integración del hogar y el nivel educativo de las madres, padres o representantes. Sólo el conocimiento de las necesidades, problemas y expectativas de la niñez permitirá la creación de un sistema que responda con oportunidades de desarrollo integral en la primera infancia.

La situación exige, en el menor tiempo posible, normas legales, políticas y estrategias del Estado hacia el establecimiento de compromisos, funciones y presupuestos acordes a las necesidades de la población infantil, con énfasis en los primeros seis años. El enfoque será inclusivo, bajo el respeto de los derechos ineludibles, inherentes y universales que tienen a partir de sus características.

Datos estadísticos e informes sobre la realidad nacional, de diversas organizaciones locales y extranjeras, evidencian que los niños y las niñas se desarrollan en ambientes de alto riesgo. Muerte, desnutrición, maltrato físico, agresiones sexuales, abandono, tra- bajo infantil, negligencia y escasa estimulación temprana son algunos de los problemas que enfrentan, sobre todo, en las familias más pobres.

Por la estructura de la sociedad salvadoreña, los niveles de acceso a los recursos para la supervivencia y el desarrollo están asociados a la condición socioeconómica. En los estratos de mayores ingresos, las niñas y los niños, tienen posibilidades más altas de recibir el conjunto de intervenciones ordenadas capaces de cubrir las necesidades nutricionales, de salud, protección, educación, además de la estimulación temprana. En cambio, en las clases mayoritarias, donde la pobreza y la exclusión son endémicas, se enfrentan condiciones de vulnerabilidad social. Esto entorpece los procesos de desarrollo y marca las vidas para siempre.

En las clases más vulnerables, rurales y urbanas, se requiere mayor intervención con la pro- moción de la AEPI, desde una perspectiva de derechos, género e inclusión social. El objetivo sería la superación de las diferencias en los es- tilos de vida de quienes tienen padres, madres y representantes con trabajos estables y bien remunerados, con los que perciben salarios miserables. Se lograría una desmercantilización del ejercicio pleno de los derechos huma- nos y de la niñez.

El lugar de residencia (urbano/rural): El Censo de 2007 reveló que el 58% (471 mil 930) del total niños y niñas de cero a seis años vive en las zonas urbanas; mientras que el 42% (341 mil 312) en los espacios rurales. La categoría marca diferencias en la composición de la canasta básica que consumen las familias (PMA, 2008), en las características medioambientales en las que crecen las y los menores y en las oportunidades de acceso a los servicios de agua potable, salud y educación. Surgen entonces las des- igualdades sociales entre los dos sectores.

Modo de integración familiar: Las familias salvadoreñas siguen diversos esquemas de integración. Existen las tradicionales donde el padre y la madre comparten roles en el cuidado y protección de la descendencia, una de cada cinco en América Latina (Arriagada 2008). También están las que sólo uno de los progenitores convive con las y los infantes; en la mayoría de estos casos, la madre es la cabeza del hogar. El apoyo económico y psicológico del padre puede llegar a ser nulo. En El Salvador se identifican 503 mil 514 jefas de hogar (EHPM 2007).

Otro modo recurrente es la convivencia con abuelos, tíos, parientes o con personas que no tienen relación por consanguinidad, porque los progenitores han emigrado, fallecido o abandonado a los descendientes. La EHPM 2007 informó que existen 354 mil 811 infantes de cero a nueve años, de ambos sexos, que viven con parientes, y 7 mil 28 más se encuentran con personas ajenas a su grupo familiar sanguíneo. Hasta septiembre de 2008, mil 52 infantes estaban en Centros de Protección del ISNA.

La cantidad de miembros que integran la familia repercute en la cantidad de beneficios particulares que reciben los niños y las niñas dentro del hogar. El promedio nacional es de cuatro personas por hogar (Censo 2007). El nivel educativo de las madres, padres y representantes: Los estudios indican que el nivel educativo de quienes cuidan a los niños y niñas influye en las prácticas de crianza, en el valor social de la educación de la primera infancia y en la calidad de los estímulos para el desarrollo integral temprano, en general, lo cual determina el éxito escolar a lo largo de la vida. Por ejemplo: el analfabetismo femenino. Ellas, en la historia, han asumido el cuido y la atención de la infancia. Entre las mujeres a nivel nacional la tasa de analfabetismo es de 25%. Cantidad de ingreso de familiar: Por la estructura de la sociedad salvadoreña, el ingreso en una familia incide en la calidad de vida y la evolución de las niñas y los niños.

Desde una perspectiva holística, se indaga en la realidad hasta formar un panorama que identifique los obstáculos para el desarrollo. Además de ubicar las oportunidades, protagonistas y procesos capaces de incidir de forma positiva en la vida de la infancia. Para coordinar cualquier intento de modificación a gran escala es preciso volver la mirada a las causas de las transformaciones y presentar las condiciones actuales en perspectiva: así se podrá encontrar soluciones acordes a las necesidades locales.

3. Sistema de protección: Leyes, programas e instituciones para la niñez

Resumen: El sistema formal de protección para la niñez está compuesto por un conjunto de disposiciones legales nacionales e internacionales, instituciones estatales y no gubernamentales, además de programas de distinta índole. Las principales características son: la ausencia de una institución de peso estatal que represente las necesidades de la niñez y demande la solución de los mismos; la escasa coordinación de las entidades encargadas actual- mente; la ausencia de una cultura de seguimiento y ejecución de los mandatos, proyectos e iniciativas.

La demanda es una visión positiva que transforme los obstáculos en posibilidades de cambio, pero requiere de voluntad política y ciudadana, la construcción de un debate continuo de todo lo que afecta a la niñez y potenciar procesos democráticos en la elaboración de las propuestas.

Marco legal: Mandatos vinculantes para la niñez

En El Salvador, el marco legal que respalda a la niñez, está integrado por un conjunto de disposiciones jurídicas contenidas en diferentes documentos de procedencia nacional y extranjera. Son leyes, políticas, códigos, convenios y tratados internacionales. Las disposiciones guían, conceden o restringen las acciones en los ámbitos socioculturales y políticos. Por tanto, se convierten en los mandatos que los ciudadanos, los sectores sociales y las instituciones deben obedecer, tanto a nivel público como privado. De lo contrario, las entidades encargadas procederán a ejecutar los castigos correspondientes. En la práctica los procesos son complejos y burocráticos. Previo al análisis, se presenta un consolidado de las principales leyes vigentes, comenzando con los marcos internacionales por tener influencia directa y otorgar sentido a los nacionales.

Los derechos humanos, universales y vinculantes, para todos los miembros de la especie, son el telón de fondo de los mandatos locales que buscan proteger y poner en igualdad de condiciones y oportunidades a las salvadoreñas y salvadoreños; al igual que a los congéneres del resto de países del mundo. En el tema de la niñez se destaca la Convención sobre los Derechos del Niño.

• Legislación internacional

Según el artículo 144 de la Constitución, los tratados internacionales ratificados por El Salvador constituyen leyes de la República, vinculantes a todas las y los habitantes. Entre los principales que el país ha celebrado por la infancia se destaca la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada en 1990. Es el primer instrumento internacional, con 54 artículos y dos Protocolos Facultativos, que definen los derechos humanos básicos, inherentes, ineludibles y universales que tienen todas las niñas y los niños: derecho a la supervivencia, al desarrollo pleno, a la protección contra las influencias peligrosas, malos tratos y explotación y a la participación en la vida familiar, cultural y social. Parte de los cuatro principios fundamentales sobre la no discriminación, la dedicación al interés superior del niño, el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el respeto a los puntos de vista del niño.

El país efectuó modificaciones en su legislación interna, a través de instrumentos legales que incorporaron los principios y postulados de la Doctrina de la Protección Integral. La priori- dad fue el interés superior del niño, como principio rector de la protección de la niñez en toda circunstancia.

En el año 2000, cuando el Gobierno presentó el Segundo Informe de la República ante el Comité de la Convención sobre los Derechos del Niño, periodo 1993 – 2000, aprovechó para reiterar el compromiso de “hacer todos los esfuerzos posibles y necesarios para darle cumplimiento”. Sin embargo, al igual que otros asumidos a nivel local, por no llevar- se a la práctica según lo pactado, ha sido incapaz de asegurar el desarrollo integral de la niñez. Las acciones concretas, las políticas públicas y presupuestarias no respondieron a la realidad social; al grado que se incumplen los derechos humanos de las y los niños. El país ratificó, ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Convenio 138 sobre la edad mínima para la admisión al empleo y el 182: “deben tomarse medidas in- mediatas y efectivas para asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas del trabajo infantil”. Sin embargo, existen 177 mil 70 menores de edad que generan ingresos para el hogar en el 2010 desarrollando actividades que representa un ingreso para el hogar (EHPM 2010). En la protección hacia las mujeres y las niñas, el Estado salvadoreño también ratificó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer en agosto de 1981, y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Vio- lencia contra la Mujer - Convención de Belén Do Pará -, en agosto de 1995. Y, para permitir y facilitar la adopción internacional de la niñez, el Convenio sobre la Protección de Menores y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional, emitido en julio de 1998. El Salvador no ha firmado ni ratificado la Convención Interamericana sobre Tráfico Inter- nacional de Menores, el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y la Represión de la Prostitución, ni el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la venta de menores, la prostitución infantil y la utilización en la pornografía. Del Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer sólo es signatario.

• Leyes locales

El marco legal principal de El Salvador es la Constitución de la República de 1983, la cual reconoce a la persona humana desde su concepción como “el origen y fin del Estado”. El documento no contiene un capítulo privativo para la niñez, aunque establece que las niñas y los niños gozan de los derechos generales, al igual que las y los adultos. Sin embargo, como la infancia tiene necesidades distintas, acordes a sus características particulares de desarrollo físico, mental, social y emocional, se han generado desde el Estado herramientas legales complementarias a la Constitución que se centran en este segmento poblacional (ver cuadro).

- Principales puntos del proceso de consulta de LEPINA:

• Presupuesto: La ley será financiada mediante un monto anual que se desprenderá del Presupuesto General de la Nación. El CONNA será el encargado de recibir y dis- tribuir el dinero. • Castigo físico: Contrario a lo que algunos sectores demandaban, el castigo físico queda prohibido, bajo la observación de corrección “moderada”. Se delega a los pa- dres la responsabilidad de buscar opciones que eviten el maltrato dentro de las prác- ticas de crianza. Lo que puede significar una puerta abierta hacia el maltrato. • Nuevos tribunales especializados: En un principio, el debate era que los Juzgados de Familia aplicaran la ley. Sin embargo, la medida tuvo opositores que debatieron hasta que se acordó la creación de tribunales y cámaras especiales para la nueva ley.

- Son puntos destacables del documento:

• Rol de las alcaldías: Las municipalidades abrirán dos nuevos departamentos, en el periodo previo a la aplicación de la ley: constituirán comités locales y juntas de pro- tección que trabajarán a favor de la niñez y la adolescencia. • Atención en salud: Las niñas, los niños y adolescentes podrán ser atendidos, en caso de emergencia, en el centro de salud más cercano, nacional, dependencia del ISSS o privado. • Especificaciones educativas: Según el artículo 82 de la nueva ley la educación inicial, parvularia, básica, media y especial será gratuita y obligatoria. Además, se contempla la asistencia alimentaria en los primeros niveles, dentro de los centros educativos públicos. • Edad para trabajar: La edad mínima para trabajar será 14 años. Los requisitos son: el acuerdo de los padres, todas las prestaciones y la garantía de espacios para la educación.

La aprobación de la ley es significativa, por la deuda social que había desde la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, en 1990. El nuevo marco legal ordena y regula las políticas que favorecen el desarrollo de la niñez. El reto será la aplicación. Si las nuevas disposiciones no van acompañadas de voluntad política, recursos suficientes, mecanismos de ejecución eficaces y estrategias de coordinación multisectoriales reales, lo escrito será incapaz de asegurar la protección y el desarrollo de la niñez. Otro factor importante es la necesidad de difundir el contenido de la LEPINA, porque es común que las y los ciudadanos vivan ajenos a la existencia e implicaciones de los sistemas normativos, lo cual obstaculiza la efectividad. Se busca llevar el discurso a la práctica. Romper el esquema que convierte a las iniciativas en unos cuantos proyectos pilotos que sirven para articular informes, y nada más.

En el capítulo 4 de éste estudio presenta el panorama actual de los avances y desafíos de la LEPINA, a fin de sistematizar lo que hasta ahora se ha logrado en el marco de los compromisos: divulgación, instalación de juzgados especializados, nombramiento de jueces, conformación del CONNA entre otros. (Ver esquema de página 39)

El esquema de la página siguiente agrupa a un conjunto de organizaciones, de distinta naturaleza, que trabajan por la niñez salvadoreña y están en el sistema de protección al menor, en el Código de Familia: la Procuraduría General de la República, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, el Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano, la Secretaría Nacional de la Familia (convertida en la Secretaría de Exclusión Social), el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia.

En el grupo de las internacionales y agencias, así como en las locales independientes del Estado no aparecen todas las que operan. En su totalidad conforman un sistema de protección, pero generan fragmentación por la ausencia de una entidad rectora. Cada una crea iniciativas independientes y alcances acordes a su nivel de influencia e intereses institucionales.

Principales programas del sistema de protección

“El aprendizaje comienza al nacer. Esto requiere atención y desarrollo de la primera infancia. Ésta puede proporcionarse implicando a las familias, a las comunidades a programas institucionales, según corresponda”. Declaración Mundial sobre Educación para Todos (Artículo 5) Jomtiem, 1990.

Desde hace varias décadas expertos en las diferentes disciplinas han llegado al consenso de que la primera infancia es la etapa donde se forma la personalidad del niño y la niña, es propicia para potenciar el desarrollo del cerebro y por consiguiente para favorecer posibilidades de aprendizaje.

En aras de contribuir a esta importante etapa de la vida, los gobiernos de El Salvador han implementado políticas y programas a favor de la primera infancia. Si bien, este tema ha tomado relevancia en los últimos años, los esfuerzos datan al menos de 1980. Estos han sido múltiples e importantes, sin embargo persisten retos relacionados a la ampliación de la cobertura y lo más importante, no se logra la sostenibilidad de los programas y la calidad de los mismos.

Para el análisis de las políticas y programas de educación a la primera infancia se pue- den identificar al menos cuatro períodos o etapas: 1) la situación de post-conflicto de la sociedad salvadoreña, 2) el impulso del Plan Decenal de Reforma a partir de 1995, 3) El Plan Nacional de Educación 2021 y, 4) El Plan Social Educativo Vamos a la Escuela, impulsado por el actual gobierno.

Principales instituciones vinculadas al desarrollo de la niñez

A continuación presentamos el recorrido de los esfuerzos mencionados, tanto a nivel de proyectos como de políticas, por los diferentes Ministerios (Salud, Educación), ONG, Co- operación Internacional, municipalidades y otras instituciones del Estado como el ISNA:

• Programa de Atención Integral al Niño (PAIN) impulsado en el área rural entre 1981 y 1983 por UNICEF y dirigido principalmente a niños y niñas de 0 a 6 años como una alternativa educativa, sin embargo consideró un componente de participación comunitaria. El programa incluyó acciones interinstitucionales en el que participaron: el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el Consejo Salvadoreño de Menores, el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria y UNICEF. El PAIN brindó atención en salud, nutrición y educación en dos modalidades: la primera, la constituyó la atención indirecta a niños y niñas de 0 a 3 años, por me- dio de controles de crecimiento y desarrollo psicomotor; la segunda consistió en el complemento alimentario, estimulación temprana y educación parvularia para niños y niñas de 4 a 6 años en Centros de Educación Básica Inicial (CEBI).

• Las políticas educativas del Gobierno liderado por el Sr. Alfredo Cristiani (1989-1994) fueron: dar atención prioritaria a la educación preescolar y básica de los más pobres, desarrollar las opciones de educación no formal de adultos, mejorar la calidad del currículum, descentralizar los servicios administrativos, actualizar el marco institucional y promover la participación del sector no gubernamental (MINED, 1994).

• Durante 1990 se promovieron los centros de educación no formal para atender a niños y niñas de 0 a 6 años (CDI, CBI). Desde su organización, estos contaron con el involucramiento de los padres y madres de familia y han sido apoyadas por ONG, universidades, municipalidades, instancias de gobierno y organismos como UNICEF, USAID y Banco Mundial.

- Centros de Desarrollo Infantil (CDI): Programa con mayor presencia urbana. El enfoque es hacia las personas que trabajan en el sector no formal, por ejemplo: en el mercado, fábricas, almacenes y algunos empleados de gobierno. Hay 15 en el país. Se diferencia de los CBI porque el tiempo de cuidado es más prolongado: de las 6:30 a.m. a las 5:00 p.m. Es la respuesta a los horarios laborales de los y las usuarias de las zonas urbanas; además, la edad de admisión es más temprana, desde los seis meses.

- También se distinguen de los CBI por el preescolar interno, brindado por el MINED, a través de una alianza con el ISNA; y la coordinación con las unidades de salud lo- cales y algunas instituciones no gubernamentales. Aunque, tanto en los CBI como en los CDI, los componentes son los mismos: salud, educación, estimulación del desarrollo, trabajo con la familia.

- En los CDI, los actores son personas de planta del ISNA y los centros han estado a cargo del MSPAS, luego de la Secretaría de la Familia y del MINED. Por ejemplo, la Sala Cuna tiene más de 100 años.

• EDUCO: Posteriormente, en 1991, surge el programa Educación con Participación de la Comunidad (EDUCO) con el cual nace la idea de brindar educación parvularia como una modalidad no escolarizada y definida como una estrategia en beneficio de niños y niñas en edad temprana (Evaluación 1990-1999. Programa Educación para Todos Parte II Secciones Analíticas).

- Escuela Saludable: Es la respuesta a las altas tasas de repitencia, ausentismo y deserción del alumnado, sobre todo en zonas rurales y urbano-marginales. Otros motivadores, en 1995, fueron: la preocupación por las condiciones de salud y nutrición, extra edad escolar, deficientes servicios de agua potable, saneamiento ambiental y de energía eléctrica, y las condiciones inadecuadas de la infraestructura educativa.

El programa busca “contribuir a mejorar integralmente la calidad de vida de los niños y las niñas que asisten a las es- cuelas públicas rurales, mediante la atención en salud, edu- cación, alimentación, infraestructura y servicios básicos”.

En 1998, para consolidar la institucionalización y darle se- guimiento, se suscribió un Convenio de Coordinación, Co- operación y Ejecución Interinstitucional entre las diferentes instituciones gubernamentales. Dos años más tarde, hubo una Carta Compromiso 2000-2004 con cada uno de los Co- mités Operativos Departamentales (COD). Posteriormente, el programa fue incluido en los planes de gobierno. El financiamiento procede de fuentes nacionales, por ejemplo, del Presupuesto General de la Nación, y extranjeras. El papel de la cooperación internacional ha sido clave, en especial destaca el PMA, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Banco Interamericano de Integración Económica del gobierno de Italia.

De junio de 2007 a mayo de 2008, el Programa Escuela Saludable brindó refrigerio a estudiantes de los niveles de parvularia y segundo ciclo de 4 mil 100 centros educativos en áreas rurales, urbano-marginales y periurbanas (MINED, Memoria de Labores 2007-2008). Por su parte, el MSPAS documenta que entre enero y diciembre de 2008 sumó 490 mil 659 alumnos y alumnas con ficha de salud, de distintas edades, procedentes de 3 mil 433 escuelas.

• EDIFAM: En 1998 surge el Programa Early Childhood Family Education, financiado por USAID con un fondo de $6 millones. Este fue implementado en coordinación con Ministerio de Salud e ISNA. El objetivo fue mejorar la educación y cuido de la niñez de 0 a 6 años en condiciones de po- breza y procedentes de la zona rural. Por medio de este programa se realizaron acciones tendientes a fortalecer la atención de calidad para los niños y niñas menores de siete años.

Asimismo, se diseñaron guías metodológicas para apoyar la labor educativa en el sector no formal, desarrollando las mismas competencias pretendidas en el sector formal y generando así una mayor equidad en la atención de ambos sectores. El nuevo currículo de Educación Inicial y Parvularia se implementó a nivel nacional en el sector formal en enero de 2005. Para ello, se capacitó a docentes de una red de maestras de Educación Parvularia por el Proyecto EDIFAM en temas sobre desarrollo cognitivo, psicomotor, socio-afectivo, lectura emergente, nutrición, etc. Creándoles las condiciones necesarias para realizar un efecto multiplicador del nuevo currículo al resto de docentes del país.

• Comunidades Solidarias Rurales y Urbanas: Programa social impulsado por el gobierno salvadoreño. Buscó atender a 100 municipios que viven en condiciones de pobreza extrema, severa y alta. La ayuda se dio en educación, nutrición, salud, entre otros. Buscó mejorar los indicadores de desarrollo humano y el cumplimiento de las metas asociadas a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Los objetivos específicos fueron:

- Mejorar los ingresos de las familias en extrema pobreza contribuyendo a erradicar el hambre y vinculándolo a los protocolos de salud y educación básicos.

- Mejorar las condiciones de salud y nutrición rural, priorizando las atenciones preventivas materno infantil. - Mejorar las condiciones de las familias rurales –especialmente las madres- en extrema pobreza, mediante acciones de capacitación y apoyo. - Mejorar la educación de la población en edad escolar -menor a 15 años-, de parvularia a sexto grado en el área rural. - Potenciar la equidad de género, étnica, etárea, a través de: 1) La participación activa de las mujeres y hombres en todos los procesos de la Red; 2) La implementa- ción de un protocolo de capacitación con equidad de género en distintos ámbitos para mejorar las condiciones y relaciones familiares y comunitarias. - Fortalecer la oferta de servicios básicos en salud, programas nutricionales y educación básica.

Programa Ternura: Ejecutado por la Secretaría Nacional de la Familia (sustituida a partir de 2009 por la Secretaria de Exclusión Social). Funcionó bajo la dirección de Ana Ligia Mixco Sol de Saca, primera dama de la República (2004-2009) y presidenta del Comité Nacional Ternura (CONATER). Este último integrado por la Secretaría Nacional de la Familia, la Secretaría de la Juventud, el Ministerio de Gobernación, el Ministerio de Educación, el Viceministerio de Transporte y el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA). Sus objetivos fueron:

- Contribuir a la seguridad humana del país y articular esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de la niñez y adolescencia. - Promover el desarrollo psicosocial de la niñez y estilos de vida saludable. - Prevenir y erradicar el abuso sexual contra la niñez. - Promover el cuidado infantil en la familia y en la comunidad.

TERNURA trabajó en cuatro componentes, basados en necesidades identificadas: educación inicial (Enseñándote), protección integral (Protegiéndote), orientación y va- lores (Orientándote), y diversión y sano esparcimiento (Divirtiéndote):

- Enseñándote: El propósito fue la ejecución de acciones de fortalecimiento fa- miliar y comunitario; además de la creación de espacios de educación inicial que contribuyen a alcanzar la seguridad humana. - Protegiéndote: Buscó estimular y facilitar la divulgación, al igual que revisar y construir políticas e instrumentos para hacer efectivo el cumplimiento de los derechos y la protección integral de los niños y niñas. - Orientándote: El objetivo fue fortalecer la seguridad humana, a través de la sensibilización, divulgación y promoción de prácticas, valores y estilos de vida saludables en la familia y la comunidad. - Divirtiéndote: Se orientó hacia el reconocimiento de la importancia que tienen las actividades lúdicas en los niños, niñas y adolescentes. Promovió e impulsó la generación de espacios seguros en donde la niñez, la familia y la comunidad pudieran realizar actividades deportivas, recreativas y culturales.

Centros TERNURA: Registros de la Secretaría Nacional de la Familia señalan que entre 2006 y principios de 2009 se realizaron actividades enfocadas al desarrollo infantil temprano y a la educación inicial, mediante los Centros TERNURA. Fueron cuatro las áreas a desarrollar: programa pedagógico, programa de salud integral, programa familiar y comunitario, y el programa de seguridad humana. A principios de 2009, se identificaron ocho centros que atendían a cerca de 500 niños y niñas de cero a siete años, de la zona central, oriental y occidental. Las Jornadas Ternura son otro punto relevante del programa.

Tamizaje: A nivel nacional, la Secretaría Nacional de la Familia introdujo la prueba de Tamizaje Neonatal gratuito a partir de 2008. Los médicos detectan de forma temprana el Hipotiroidismo congénito, a través del MSPAS, en el Hospital Bloom.

COSEDINS: En 2005, se creó el Comité de Seguimiento al Derecho a la Identidad de la Niñez Salvadoreña (COSEDINS), que garantiza los derechos a un nombre, identidad, adquirir nacionalidad e incrementar el asentamiento del número de na- cimientos existentes y de los futuros nacimientos. Las autoridades quieren reducir el índice de subregistro que afecta al país. La instancia está formada por la Procuraduría General de la República, Registro Nacional de las Personas Naturales, ISNA, Secretaría Nacional de la Familia, Plan, UNICEF, Visión Mundial, MINED, MSPAS y COMURES.

• Programas del ISNA: Para el segmento de cero a seis años, la institución ha desarrollado programas de naturaleza preventiva y de protección en los Centros de Atención Inicial (CAI): Centros de Bienestar Infantil (CBI) y Centros de Desarrollo Integral (CDI). Responden a un modelo alternativo de educación inicial no formal que busca contribuir al desarrollo integral de las y los niños de las zonas rurales y urbano-marginales.

Entre las principales dificultades que enfrentan los centros están: sólo el 54.5% de las madres cuidadoras tienen un nivel de escolaridad superior a la primaria; el 60.7%

de los centros posee el acceso a los servicios sanitarios y el 14.8% carece de agua potable. Además, se presentan altos índices de desnutrición en las y los niños.

Centros de Bienestar Infantil (CBI): Son instituciones comunitarias que propician la participación de la familia en la prevención de la vulnerabilidad o violación de los derechos de los niños y las niñas. Nacieron al principio de la década de los 90 como Hogares Maternos Comunitarios, programa de la Secretaría Nacional de la Familia. Después fueron incorporados al ISNA y cambiaron su nombre a CBI.

En la actualidad, son centros de cuidado diario. Ofrecen protección integral a niños y niñas de uno a siete años en las necesidades bio-psicomotoras, cognitivas, sociales y afectivas; además de apoyar a las familias. Funcionan mediante un comité, integrado por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales del municipio. Esto garantiza la continuidad, permanencia y autogestión del proyecto.

El ISNA, a finales de 2008, dio cuenta de la existencia de 181 CBI en las zonas rurales y urbanos-marginales, en los departamentos de La Libertad, Chalatenango y Cabañas. Cada uno está pensado para atender a 30 infantes, aunque el promedio se ubica entre 20 y 25, bajo la responsabilidad de tres madres educadoras: una por cada 10 niños y niñas.

Programa También Soy Persona: Se propone como una metodología que a la vez que permite fortalecer capacidades en las familias y las personas cuidadoras para mejorar la interacción entre personas adultas y niñas y niños. Es en sí misma una estrategia de prevención de violencia, considerando que la familia es la instancia primaria de socialización y el lugar en el que se modelan los comportamientos de la niñez. La fuente de la violencia está directamente relacionada con las interacciones familiares, por ello propone incidir en las prácticas de crianza que se dan en la familia desde la infancia temprana para prevenir, entre otras cosas, al mediano y largo plazo, la reproducción de comportamientos violentos por parte de los niños niñas y adolescentes (NNA).

El Programa trabaja con tres tipos de relación que las personas adultas significativas pueden establecer con las niñas y los niños más cercanos: diálogo de afecto, diálogo de comprensión y diálogo de regulación que potencian pautas de crianza más asertivas. Asimismo incluye temas complementarios para trabajar con las personas adultas cuidadoras como son autoestima, género y manejo de conflictos.

Este Programa viene siendo impulsado por UNICEF en coordinación con el ISNA, MI- NED y MSPAS, autoridades locales y toda la red de organismos no gubernamentales relacionados con la atención a la primera infancia, desde el año 2006. La estrategia de capacitación a familias se desarrolla a través de promotores/as, maestras/os y educa- doras comunitarias, voluntarios, etc., que se desplazan a las familias en su domicilio CBI, CDI, escuelas, “Escuelas de padres”, o en espacios comunitarios que pueden ser aprovechados para la capacitación.

El programa atiende niñas y niños expuestos a algún grado de vulneración por parte de la familia, donde los padres y madres necesitan orientación para mejorar las relaciones en el hogar. El objetivo es que, sin sacar al infante de la casa, se promuevan prácticas sanas de convivencia. Al trabajar con niños y niñas externas a los CBI y DCI, se identifica la situación de vulnerabilidad por denuncias; luego, el personal del área social y psicólogos siguen el caso. La operación es a nivel preventivo y de protección para contrarrestar las prácticas de crianza negativas, potenciar las buenas y crear las asertivas. Son 12 sesiones que incluyen visitas a los hogares, asesoría y autoevaluaciones de los mismos padres.

•Plan Nacional 2021: Como parte del Plan Nacional de Educación 2021, el MINED ha implementado acciones y los programas Juega leyendo, Comprendo y Todos iguales, para estudiantes de diversos niveles, incluso niñas y niños menores de seis años de parvularia. Una de las metas es universalizar la educación parvularia, con énfasis en los y las estudiantes de seis años.

Juega leyendo: Programa de educación parvularia, lanzado por el MINED en 2005 y ejecutado un año después. La cobertura inicial fue de 52 secciones: cerca de 900 infantes de seis años. Respuesta a la meta del Plan 2021 de alcanzar la cobertura universal antes de 2019. El énfasis estuvo en las zonas más pobres sin oferta educativa con el objetivo de ampliar las oportunidades de acceso, para desarrollar competencias y destrezas básicas sobre todo en la lectura, escritura y pensamiento lógico matemático.

Al principio se ofrecía en dos modalidades: Juega Leyendo Parvularia Comunitaria que dura el año lectivo o diez meses, y Juega Leyendo Aprestamiento para Primer Grado, tres meses antes de entrar a primer grado. Sin embargo, antes de 2009, ambas fueron suspendidas.

Cuando se evaluó, por primera vez, el impacto de las dos modalidades de Juega Leyendo, Save the Children encontró que los niños y las niñas locales entran a los programas de educación inicial con niveles de lenguaje y matemática atrasados, comparados con sus pares latinoamericanos. Evidencia que la estimulación temprana es pobre y las madres, al igual que los padres, no se involucraban lo suficiente en el desarrollo del programa. Además, la duración de ambas modalidades era insuficiente para impactar. Desde 2005, el programa atendió 8 mil 874 niños y niñas de seis años (MINED 2007/2008), a través de diferentes instituciones implementadoras.

Comprendo: Tiene el objetivo de mejorar los aprendizajes de matemáticas y lengua- je a partir de parvularia. Entre junio de 2007 y mayo de 2008, el MINED documenta que se benefició a 239 mil 638 estudiantes con libretas y participaron entes como Save the Children y Visión Mundial.

• Toma mi mano: En 2003, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) puso en marcha el proyecto “Fortalecimiento del proceso de alfabetización de madres de bajos recursos para su mejor desempeño y

experiencia en relación con sus hijos en América Central”, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Es formativo y busca apoyar y acompañar a las madres en la tarea cotidiana de educar a sus hijos e hijas menores de seis años, a través de la enseñanza y el estímulo diario que permita desarrollar sus capacidades. Actualmente se han sumado a los padres, abuelos y abuelas.

Las directrices incluyen el análisis del adulto como sujeto del aprendizaje, portador de saberes, de experiencias y de códigos culturales. Aspectos que se expresan en las diferentes formas de ser madre, las maneras de ver la infancia, las distintas pautas de crianza, que se enriquecen con la reflexión y el intercambio entre pares y con la ayuda de facilitadores preparados y documentados. En cuanto a la metodología, su modalidad se centra en la experiencia real de participantes que contempla aspectos cognitivos y afectivos, relacionados con las situaciones que se plantean. Los participantes trabajan en pequeños grupos, socializan los resultados de lo producido y realizan plenarios con cierres parciales y síntesis generales.

Los y las encargadas del proyecto elaboraron y desarrollaron módulos de trabajo y materiales educativos, denominados TOMA MI MANO, que apoyan el proceso formativo de las madres. Ellas encuentran temáticas referidas a las pautas de crianza,desarrollo infantil, juego, psicomotricidad, oralidad, salud y nutrición. En el país, se contempló la creación de 268 círculos, en seis departamentos, apoyados por el MI- NED y diferentes ONG.

• Aprendamos Juntos: Proyecto de estimulación inicial para niños y niñas de cero a tres años, promovido por la Asociación Ágape de El Salvador. Persigue mejorar el desarrollo biopsicosocial de las y los niños que viven en el área rural. Es la respuesta a la ausencia de programas de educación inicial. Comenzó en diciembre de 2000 con financiamiento de USAID. Dos años más tarde, se sostenía por la gestión de fondos y donaciones de Ágape. La población meta es 400 infantes, de ambos sexos, en el departamento de Sonsonate. Opera todo el tiempo con un modelo alternativo de atención integral, en cuyas actividades se evalúa y estimula el desarrollo por medio de visitas domiciliarias a menores de dos años y trabajo grupal de estimulación con el segmento de dos a cuatro años en CEDIN (Casa de Educación Inicial).

Las CEDIN son atendidas por facilitadores, quienes realizan actividades de apresta- miento, entre ellas coloreo, rasgado y modelado con plastilina; además de fomentar la disciplina, los valores y hábitos higiénicos. El programa incluye capacitación a gru- pos comunitarios, a través de sesiones educativas o talleres sobre la niñez. Participan facilitadores, madres, padres, cuidadores, jóvenes en edad escolar, promotores, parteras y miembros de directivas comunales.

En atención a la salud, durante el primer año, se realizaron mil 200 evaluaciones que consistieron en consultas, exámenes de laboratorio, entrega de micronutrientes y desparasitan tés. Todo de forma gratuita. Y se crearon materiales educativos y juguetes con recursos de las zonas de influencia.

• Alcaldías: Los gobiernos municipales también diseñan, ejecutan y promueven proyectos a favor de la niñez. Suelen ser variados en las distintas comunidades, pero a menudo se realizan en alianza con instituciones del Estado, organizaciones no gubernamentales y cooperantes internacionales. Los resultados varían de un lugar a otro. Un ejemplo es el programa de Ludoteca, de Antiguo Cuscatlán, en La Libertad, que inició con una asistencia de cerca de 20 infantes. En la actualidad atiende 770 al mes y dispone de cuatro profesoras que trabajan, de lunes a viernes, con grupos de dos a tres y de ocho a 10 años, a base de juegos, dinámicas y manualidades. Los días sábados las docentes imparten cursos de pintura, dibujo y manualidades.

• Ludotecas comunitarias: Estaban dirigidas a promover el aprendizaje lúdico en la primera infancia, así como a mejorar la interacción de las personas responsables del cuido de las niñas y los niños a través de juego. Este proyecto fue impulsado por UNICEF en coordinación con el ISNA, CIDEP y gobiernos locales entre los años 1999 y 2003. Consistía en habilitar en las comunidades espacios de juego sostenidos por la comunidad, para que las niñas y los niños pudieran, durante el día, jugar con la orientación de personas capacitadas que también eran de la comunidad. Asimismo, el proyecto preveía el préstamo de juguetes a las familias, para facilitar el recurso del juego, e implementar esta práctica desde la familias, e involucrar en la misma a las personas adultas.

• Ludotecas NAVES: Desde 2002, el proyecto funciona en El Salvador. Su nombre significa NIÑOS Y NIÑAS APRENDIENDO, VIVIENDO, ESTUDIANDO Y SOCIALIZAN- DO. Son espacios públicos diseñados para propiciar el desarrollo infantil por medio de actividades de carácter lúdico. Las acciones se orientan al fomento habilidades y valores que potencien el crecimiento de seres sociales, responsables, solidarios, tolerantes y capaces de vivir en armonía con su entorno. En octubre de 2005, con el apoyo de la FUNIFRI, se fundó la primera ludoteca hospitalaria, en el Hospital de Niños Benjamín Bloom. Ahí, el personal médico atiende a niñas y niños en cinco especialidades: ortopedia, oncología, nefrología, medicina interna y hematología. Existen 13 ludotecas NAVES en el país y dos móviles desde abril de 2008, en municipios con extrema y severa pobreza. Asimismo están las comunitarias, impulsadas por UNICEF y CIDEP.

• Del vientre a la escuela: Programa promesa. El 28 de septiembre de 2008, el ex presidente Antonio Saca anunció el lanzamiento del programa Del vientre a la escuela, que iniciaría en 2009. La iniciativa, que se presentó en la XVIII Cumbre Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado, ofrecía orientar, fortalecer y articular los esfuerzos para favorecer el desarrollo integral de los niños y las niñas desde la concepción hasta los cinco años. Cinco fueron los componentes planteados: salud, nutrición, educación, protección y fortalecimiento institucional.

Según lo planteado, Del vientre a la escuela estaría coordinado por el MINED, entidad que junto al MSPAS, el ISNA y la SNF trabajarían en las políticas de participación social. Tendrían el apoyo técnico de organismos internacionales. En ese marco, se habló de la creación y difusión de Política de Desarrollo Integral de la Primera Infancia. No se llevó a la práctica.

• Organizaciones no gubernamentales, internacionales y agencias: Las organizaciones no gubernamentales desempeñan un rol protagónico en la gama de proyectos sociales a favor de la niñez. Se debe a que muestran mayor facilidad para vincularse con instituciones de diferente índole; también los procesos de formulación y ejecución suelen tener un ritmo más ágil. Ello por la posibilidad de movilizar recursos humanos y económicos en menor tiempo, canalizando la ayuda de los cooperantes internacionales con menor burocracia que las instituciones privadas y de gobierno.

Poseen CBI, Círculos Infantiles y otras modalidades, sin olvidar el apoyo a otras instituciones.

De esta forma, Plan Internacional, desde 1997, realiza acciones por la calidad y acceso a los servicios de los programas de educación inicial Centros de Bienestar Infantil (CBI) y Centros Rurales de Salud y Nutición y parvularia, ofrecidos a niños y niñas de cero a siete años en El Sal vador; mejorando ambientes educativos de centros infantiles, elabora guías curriculares, fortalece capacidades en las educadoras, sensibiliza a las familias sobre la importancia de la educación inicial, innova los sistemas de autoevaluación de la calidad del modelo CBI, apoya en la elaboración de libretas de trabajo y guías metodológicas para las secciones de cuatro, cinco y seis años de educación parvularia para todo el país.

Otro ejemplo es Save the Children que apoya también a los Centros de Bienestar Infantil (CBI) con intervenciones dirigidas a fortalecer la calidad de los servicios: formación de madres educadoras, dotaciones de materiales didácticos, seguimiento en los centros, creación de guías de inducción, entre otros. También impulsa un modelo de atención denominado “Primeros pasos para el éxito escolar”, dirigido a mujeres embarazadas, infantes y sus familias desde el nacimiento hasta el ingreso a la educación básica. Se implementa con estrecha coordinación con el MSPAS y el MINED, en comunidades vulnerables por condiciones de pobreza, en Ahuachapán y Sonsonate.

También, desde 2009, se constituyó la Red de Educación Inicial de El Salvador (REIN- SAL) como un espacio que agrupa organizaciones de la sociedad civil e implementa

iniciativas importantes, unas dirigidas al fortalecimiento institucional por medio de procesos formativos sobre primera infancia, pero principalmente contraloría comunitaria y estrategias comunicacionales.

• Mesa técnica intersectorial para la educación y el desarrollo integral de la prime- ra infancia: La Mesa Técnica Intersectorial fue creada por el Ministerio de Educación por Acuerdo Ejecutivo el 2 de diciembre de 2011 con el propósito de ser un espacio de corresponsabilidad ciudadana y contribución a la vigencia de los Derechos Humanos de la niñez en la primera infancia, Asimismo, es una instancia de la sociedad civil y otros sectores, no partidista, no religiosa, que impulsa y apoya la generación de siner- gias intersectoriales a nivel nacional y local.

Entre las instancias que la conforman están: los Ministerio de Educación y Salud, ISNA, Intervida, Plan Internacional, Save the Children, Visión Mundial, UNICEF, CIDEP y Fundafam.

• Programas que trabajan con fondos de RSE: En el país, muchos programas sociales trabajan con fondos del sector privado, gracias a la responsabilidad social empresarial. Cumplen sus obligaciones legales al tiempo que benefician los procesos de desarrollo sostenible. La AEPI recibe el apoyo de organizaciones que otorgan dinero para proyectos de salud, nutrición, educación, dirigidos a infantes entre cero a seis años.

Por lo general, las empresas entregan la ayuda a instituciones mediadoras, como la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS), que canalizan las donaciones hacia las organizaciones de trabajo social. La Fundación Feed the Children, Asociación Ágape de El Salvador, Fundación Hospital Bloom, Fundación la Niñez Primero son algunas de las beneficiadas. Por ejemplo, el Grupo TACA contribuyó con la primera ludoteca hospitalaria del Hospital Benjamín Bloom, y La Nevería colabora con el programa de nutrición Vínculo de Amor.

• Programas del Ministerio de Salud: Además de Escuela Saludable desarrolla:

- AIEPI: Estrategia de Atención Integral de Enfermedades Prevalentes en la Infancia: neumonías, diarreas, desnutrición, dengue, etc. Tiene énfasis en la prevención, detección de signos de peligro y referencia oportuna cuando lo amerite. Las dos modalidades son clínico y comunitario. Fue diseñado para atender a niños y niñas de cero a cinco años.

- Paquete Madre Bebé: Procura la atención de la mujer embarazada, cuidados durante el parto de la madre y el recién nacido. Implementado en 28 maternidades.

- Programa de Reanimación Neonatal: Se basa en las directrices de la Academia Americana de Pediatría para la atención del recién nacido en el momento del parto. El primer paso fue la creación de equipos locales de instructores, que hoy en día son 120 personas. Ellos capacitaron un promedio de 5 mil personas en el Protocolo de Atención del Recién Nacido Asfixiado.

- Programa de Transporte Neonatal: Es un equipo, formado por enfermera y neonatólogo, que va a los hospitales de segundo nivel a recoger a las recién nacidas y nacidos, en riesgo o críticos, que necesitan traslado.

- Centros Rurales de Salud y Nutrición: Son centros donde se realiza la supervisión y el control del estado nutricional de niños y niñas, el monitoreo mensual del crecimiento, control infantil, sesiones educativas y visitas domiciliarias. Están en los diferentes departamentos del país. En coordinación con Save the Children, el MSPAS lleva a cabo jornadas de un día, en varios puntos del territorio nacional.

Durante las décadas del 80, 90 e inicios del 2000 se han realizado numerosos estudios que dan recomendaciones al MINED y Gobiernos acerca de líneas de políticas en favor de la primera infancia. Todas han sido pertinentes y concluyen en la necesidad de que se aumente la oportunidad de que los niños y las niñas reciban educación preescolar, particularmente aquellos cuya familia tiene menor ingreso económico. Se propuso opciones de focalizar y generalizar el preescolar en al menos un año previo al primer grado, a fin de permitir a la niñez la adquisición de destrezas asociadas a la lectura y escritura.

• Plan Social Educativo Vamos a la Escuela: Actualmente, y en el marco del nuevo Plan Quinquenal de gobierno, se creó el Vamos a la Escuela, el cual considera algunas políticas y programas clave que favorecerán el desarrollo de la primera infancia, estas son:

- Política Nacional de Educación y Desarrollo Integral de la Primera Infancia. Tiene como objetivo general “garantizar la educación y desarrollo de manera coordinada, integrada y participativa”, está planteada para atender a la niñez salvadoreña que se encuentran entre los cero y siete años de edad.

Además, considera la creación de diez estrategias que orientan la ejecución de esta Política, que abarcan desde la sensibilización, la promoción y la difusión del derecho a una educación y desarrollo integral infantil, hasta la creación de un Mo- delo de Educación y Desarrollo Integral de la Primera Infancia, donde intervienen los diferentes actores clave de la atención infantil a nivel nacional y local.

- El programa de Educación Inicial y parvularia. El Plan Social Educativo Vamos a la Escuela tiene como principal objetivo el desarrollo integral del niño y la niña des- de su concepción hasta los 7 años. El modelo de Educación y Desarrollo Integral para la Primera Infancia se enfoca en el desarrollo integral y el derecho de los niños y niñas, basado en la corresponsabilidad intersectorial y la suma de esfuerzos, el cual se implementará en dos vías: institucional (Centro de Educación y Desarrollo Integral para la primera Infancia – CEDI) y por la vía familiar comunitaria “Creciendo Juntos” que refuerza el papel de la familia y la comunidad.

La implementación del Modelo CEDI requiere una serie de condiciones: la voluntad del personal del centro educativo, la participación interinstitucional manifiesta en un convenio para la atención de las áreas de: Salud y Nutrición por medio de (MIN- SAL) acciones preventivas, control de crecimiento, desarrollo físico, alimentación balanceada, control de vacunación. Educación, por medio del MINED, que implica un conjunto de acciones educativas realizadas en relación con el desarrollo de niñas y niños y su formación como personas, así como un currículo pertinente para la atención de nivel de educación inicial y parvularia. Protección por medio del ISNA.

También considera la promoción por medio de las alcaldías y el trabajo social. Retoma la prevención de violencia, el enfoque de derechos y aplicación de Ley de Protección Integral, todo esto por medio de Redes institucionales. Así mismo se requiere adecuaciones de aspectos legales y técnicos relacionados a: la legalización del Centro, la creación del organismo de administración, la asignación de plazas para el personal básico de cada área, la nivelación y formación del personal, la adecuación de espacios.

Objetivo del Programa:

Fortalecer el desarrollo integral de la primera infancia desde el momento de la concepción hasta los 7 años, articulando esfuerzos con la familia, la comunidad local y las instituciones responsables de la atención a la niñez para promover una cultura educativa, complementado las áreas de salud, nutrición y protección, a través del Modelo de Educación y Desarrollo Integral de la Primera Infancia CEDI por la vía institucional y la vía comunitaria.

Beneficiarios:

Con la implementación del Modelo de Educación y Desarrollo Integral para la Primera Infancia (CEDI) se han atendido los siguientes grupos:

BENEFICIARIOS: Niños y niñas de 0 a 7 años-5 mil 615, Familias-5 mil 615, Docentes y directores-108, Centros Educativos-13

Fuente: Memoria de labores MINED año 2010 – 2011.

Entre las principales acciones realizadas a la fecha en el marco de este Modelo, se pue- den mencionar las siguientes:

- Se realizó el lanzamiento de la Política Nacional de Educación y Desarrollo Integral de la primera infancia, financiados por PLAN EL SALVADOR y UNICEF. - Se diseñó con el apoyo de Plan Internacional y la asistencia técnica del CELEP, los Fundamentos Curriculares, siete programas de educación y desarrollo por año de vida; propuesta del Plan de formación para el profesorado, la Licenciatura de educación inicial y parvularia, un plan especial de formación para las educadoras. - Con el apoyo financiero de UNICEF se realizaron seis talleres con diferentes instituciones para la construcción de modelo de Desarrollo Integral para la Primera infancia; bajo el enfoque de educación inclusiva se realizaron ocho documentos uno por año de vida y tres documentos para la vía familiar; 3 CEDIS recibieron equipamiento y juegos didácticos. - Desarrollo de un simulador para costear la implementación de la política por cada uno de los componentes del modelo CEDI: salud, educación, protección y nutrición, con una inversión de $36,000.00 con el apoyo financiero de Save The Children. - Con el financiamiento de UNICEF se ha diseñado 4 documentos: Fortalecimiento de la vía intersectorial y vía familiar, organización del CEDI y Orientaciones para la atención en el CEDI. - Se capacitó a 558 educadoras de CDI y CBI, a través del subsidio con fondos GOES otorgado a FUNDAFAM. - Con el apoyo financiero de UNICEF, el MINED y la UCA, están haciendo el diseño de las carreras de Profesorado y Licenciatura en Educación Inicial y Parvularia. - Con el apoyo financiero de UNICEF se está realizando un mapeo de todas las modalidades de atención a la primera infancia a nivel nacional.

- Política Nacional de Educación inclusiva, este es otro esfuerzo importante que favorece a la primera infancia. Además de ser un compromiso derivado del Plan Social Educativo que ubica al tema como programa insignia es, hoy por hoy, uno de los temas demandados por las diversas agencias internacionales que verifican derechos humanos. La Política Nacional de Educación inclusiva, expresa el interés estatal en profundizar en la construcción de un sistema educativo y de una sociedad más abierta a las diferencias, que promueva al ser humano a su desarrollo y forje unas relaciones sociales más justas y solidarias. En esa orientación, la política reconoce que debe hacerse un fuerte trabajo en la cultura, las políticas y las prácticas de inclusividad.

- Política Nacional de Protección, Promoción y Apoyo a la Lactancia Materna. En el marco del plan de trabajo del nuevo gobierno, el Ministerio de Salud MISAL, crea la mencionada Política, proceso que inició en noviembre de 2010, como una estrategia de intervención eficaz para prevenir la mortalidad infantil. En 2011 fue oficializada la Política Nacional de Seguridad Alimentaria Nutricional que en su línea estratégica 3 establece que se deben promover prácticas adecuadas de lactancia materna y la necesidad de formular un marco normativo para su promoción, protección y apoyo. Marco conclusivo: Institucionalidad fragmentada

Hay un marco legal formal que respalda a la niñez, compuesto por las disposiciones contenidas en diferentes leyes, políticas, códigos, convenios y tratados internacionales, ratificados por el Estado. Unido a las instituciones, programas y proyectos que trabajan por la infancia, integra el sistema de protección. Se ha fortalecido en la última década, pero no ha logrado asegurar el cumplimiento de los derechos de los niños y niñas, ni la atención y el desarrollo integral. Las razones son diversas:

• Letras muertas: Bastantes disposiciones aprobadas a favor de la infancia no han logrado trascender el discurso.

• Sistema fragmentado: Las características principales del sistema de protección son la fragmentación y la descoordinación institucional, porque no ha existido un ente rector, con peso estatal y recursos, capaz de aglutinarlas para conseguir la efectividad y la eficiencia. Se falló en el perfil de ciertos funcionarios. En ocasiones, la misma persona desempeña diferentes papeles en varias instituciones. Esto resta impacto a su labor. Por ejemplo, la presidenta del ISNA fue al mismo tiempo viceministra de Trabajo.

• Cobertura escasa y pasajera: Por las características del sistema de protección, la falta de programas con cobertura nacional y la inexistencia de un sistema de monitorio y supervisión de los esfuerzos dirigidos a la primera infancia, las iniciativas implementadas se desarrollan en escenarios reducidos y de forma independiente, impidiendo hablar de esfuerzos nacionales. Incluso algunas sólo llegan a ser pruebas pilotos, otras terminan con los cambios de administración en las instituciones. Tampoco hay políticas de seguimiento o una cultura de reciclaje de proyectos que permita potenciar las buenas prácticas y corregir las fallas de excelentes ideas mal ejecutadas.

• Recursos escasos para la niñez: El problema del presupuesto se relaciona más con la distribución del recurso que con la existencia del mismo. A veces, la falta de recursos económicos cubre la falta de voluntad.

• Escaso involucramiento comunitario: A escala nacional, el tema de la primera infancia no ha sido reconocido en todas sus dimensiones. ¿Resultado? Las comunidades y las familias tienen escaso protagonismo en los procesos.

Sin embargo, cada falla implica una posibilidad de cambio. Solo al tener los problemas identificados, con sus características e implicaciones, se articulan las propuestas de transformación, con grandes posibilidades de éxito. Esto requiere voluntad política y coordinación, al margen de los intereses personales, partidarios, sectoriales e institucionales.

4. LEPINA: Avances y desafíos

Antecedentes

La Ley de Protección Integral para la Niñez y la Adolescencia LEPINA fue promovida y aprobada después de un proceso en la que participaron instituciones gubernamentales, no gubernamentales y cooperación internacional, luego de 20 años de que El Salvador firmara la Convención Internacional de Derechos del Niño. Fue aprobada por unanimidad en la Asamblea Legislativa.

La legislación nacional contiene una serie de derechos de niñez y adolescencia que la familia, sociedad y Estado están obligados a garantizar. La LEPINA responde al proceso de reforma legislativa necesario para ajustarse a la Constitución de la República y la normativa internacional en materia de Derechos Humanos.

LEPINA se crea con el fin de fortalecer el Sistema Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia con la participación de la familia, el Estado y la sociedad. Tiene por finalidad garantizar el ejercicio y disfrute pleno de los derechos y facilitar el cumplimiento de los deberes de toda niña, niño y adolescente en El Salvador. Contenido de LEPINA Libros La Ley está compuesta por tres libros. El primero consiste en Derechos, Garantías y Deberes; el segundo en la creación del Sistema Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia; y el tercero en la Administración de Justicia. La LEPINA es una norma que amplía los derechos de la niñez y adolescencia, desarrolla algunos derechos que ya estaban reconocidos en la Convención de los Derechos del Niño y otros que están en la Constitución ( Salazar L, ISNA en entrevista en un periódico nacional).

Principios que la rigen:

Artículo 9.- Principio del rol primario y fundamental de la familia. Artículo 10.- Principio de ejercicio progresivo de las facultades. Artículo 11.- Principio de igualdad, no discriminación y equidad. Artículo 12.- Principio del interés superior de la niña, niño y adolescente. Artículo 13.- Principio de corresponsabilidad. Artículo 14.- Principio de prioridad absoluta.

Doctrina que la sustenta: Protección integral

La doctrina de Protección Integral implica

• Transformar a los niños, niñas y adolescentes en “Sujetos de Derechos”, capaces de ejercer y exigir las facultades que las leyes les reconocen. Esto implica reconocer su ciudadanía social.

• Ofrecer mecanismos procedimentales e institucionales que ofrezcan soluciones y respuestas en el ámbito más cercano a las personas.

• Abrir canales de participación de la ciudadanía en la formulación de iniciativas y con- troles de los asuntos públicos.

Estructuras previstas para un Sistema de Protección Integral

La LEPINA establece la creación de un Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia (CON- NA) como ente rector de las políticas y de todo el sistema de protección infantil, y será el sustituto del Instituto Salvadoreño de Desarrollo Integral de la Niñez y Adolescencia (ISNA) como autoridad máxima en temas de los menores de edad. El CONNA estará conformado por un Consejo Directivo, un Presidente del Consejo y un Director Ejecutivo. También se establece la creación de una RED de atención compartida, liderada por el ISNA e integra a Asociaciones de promoción y asistencia de la niñez y adolescencia, como de entidades privadas, públicas y mixtas.

Requiere la participación del Órgano Judicial, Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, Fiscalía y Procuraduría General de la República. También comprende la instalación de los juzgados especializados y Cámaras de niñez y adolescencia, así como los jueces que los presidirán y quienes serán los aplicadores de la normativa establecida en la LEPINA. A nivel local requiere además de la conformación de Juntas de Protección Departamental y Comités Locales de Derechos. Las Juntas son órganos administrativos con autonomía técnica y junto con los comités tendrán la función de desarrollar políticas y planes a favor de la niñez y adolescencia.

Esta estructura requiere también de la participación de otras instancias como COMU- RES y los Ministerios de Educación, Salud, Hacienda, Trabajo y Previsión Social y Seguridad Pública, que garanticen integralidad e interdisciplinariedad. Los Comités Locales también involucran a representantes de los diferentes Ministerios ubicados en los territorios, de tal forma que desarrollen políticas y planes integrales e integradoras a favor de la niñez y adolescencia. La imagen siguiente muestra la partici- pación requerida.

Menores objetos de tutela.

- Programa de atención a la juventud: Prevención de la Violencia - Programa “Un Sueño Posible” - Modalidades Flexibles de Educación - Programa de Paquete Escolar - Educación Técnica y Tecnológica para el Desarrollo Sostenible - Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno (EITP) - La implementación del Modelo CEDI - Programa de dignificación docente - Programa presidencial vaso de leche - Educación Inicial y Parvularia

Además, el MINED ha creado el modelo de Educación y Desarrollo Integral para la Primera Infancia, el cual se enfoca en el desarrollo integral y el derecho de los niños y niñas, está basado en la corresponsabilidad intersectorial y la suma de esfuerzos. Este se implementará en dos vías: institucional (Centro de Educación y Desarrollo Integral para la primera Infancia – CEDI) y por la vía familiar comunitaria “Creciendo Juntos” que refuerza el papel de la familia y la comunidad (MINED)

Divulgación de la LEPINA y sensibilización

1. Por otro lado COMURES ha hecho divulgación de la LEPINA con los Gobiernos Lo- cales han creado una comisión de familia, en los congresos de alcaldes están desde el año pasado comprometidos con los derechos de la Niñez y Adolescencia, este sin duda es un apoyo clave para los comité locales de Prevención. Al menos 117 municipios tienen sus Comité Locales de Derechos. La creación de éstos, es uno de los indicadores para participar en la iniciativa “Municipio aprobado sello UNICEF” la cual pretende motivar a los alcaldes a trabajar a favor de la protección de la Niñez y Adolescencia. 2. Siempre como parte de las actividades divulgativas de la LEPINA, Plan El Salvador por medio del proyecto Fortaleciendo a Garantes y Corresponsables sobre la LEPINA, facilitó un proceso de formación con el personal administrativo, concejales y conceja- las de los municipios de Panchimalco, Santo Tomás, San Pablo Tacachico, Colón, San José Villanueva, El Puerto de La Libertad y Zaragoza, de los departamentos de La Libertad y San Salvador Sur. 3. La Unidad Técnica Ejecutiva del Sector de Justicia (UTE) ha realizado diversas jornadas de divulgación a diferentes instituciones como PCN, FGR, ISDEMU, ALCALDIAS de San Salvador, Santa Tecla, USAM, Compassion International, Ministerio de Salud, UDB, con Diario Co Latino. Durante estos encuentros la UTE llevó a cabo ponencias sobre todos los componentes de la LEPINA, principios rectores, el rol del Estado, la familia y la corresponsabilidad de toda la sociedad en general. 4. A juicio de la Representante de UNICEF la sociedad Civil jugando un rol importante como producto de los diplomados que se han estado desarrollando, este puede plantearse como el un resultado importante. El interés que muestra la sociedad Civil en apoyar este proceso, hay ejemplos de instituciones como Plan Internacional, Save the Children, Aldeas S. O. S, Intervida, Visión Mundial, entre otras que están comprometidas y están empujando para que se cumpla La Ley y para que todos los y las Salvadoreños reconozcan la necesidad de implementarla3.

Principales Retos

La LEPINA implica cambiar de enfoque, hay artículos que deben mejorarse como por ejemplo el referido al castigo corporal, sin embargo este es un proceso y no podemos esperar que de la noche a la mañana se implemente4. Es necesario trabajar con un en- foque sistémico de derecho, se conoce de alcaldías que si están trabajado bajo este el enfoque, a pesar que no hay recursos asignados están tratando de trabajar con lo que la LEY demanda a los gobiernos locales, se reconoce de al menos tres alcaldías que están trabajando en ello (Santa Tecla, Ayutuxtepeque y San Salvador).

Otro de los retos identificados es el cumplimiento del Principio de la Corresponsabilidad, el cual conducirá a la verdadera ruptura del modelo tutelar. Por otra parte es un desafío que se le dé prioridad absoluta al tema de la infancia y se posicione en la agenda nacional a fin de sensibilizar, concientizar y movilizar la opinión pública en torno al tema de los derechos del niño, niña y adolescente, así como lograr el compromiso de todos los sectores en apoyar el cumplimiento de la nueva ley.

Los costos para la implementación de LEPINA y las fuentes de financiamiento serán imprescindibles, sin presupuesto intencionado y sostenido no se logrará el impulse pre- visto. Según datos preliminares del Instituto Salvadoreño de la Niñez y Adolescencia (ISNA), se habla de $437 millones solo para que funcionen los sistemas de protección y el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (CONNA). Así lo mencionó Georgina Villalta, gerente general de la Red para la Infancia y la Adolescencia (RIA).

Para el procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Óscar Luna, el Gobierno de la República de le ha dado prioridad a la implementación de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LEPINA). “Creo que ha habido algún grado de falta de responsabilidad… dijo a un periódico local. La Ley se aprobó, pero no ha habido nada en la agenda pública sobre cómo se preparan las instituciones”, agrego el procurador Luna. “Tenemos todavía un tipo de cultura en el que estos te- mas no son prioritarios en la agenda pública. Ha habido un descuido, no quiero decir que ha sido intencionado, pero ha habido un descuido, negligencia, de no buscar- le el financiamiento adecuado, de no instar a las instituciones sobre cómo van a implementar la ley”, indicó el procurador dentro de la Asamblea Legislativa.

estudio_primera_infancia_estado_actual_y_perspectivas._estudio_unicef.txt · Última modificación: 2019/06/28 11:41 (editor externo)